PEQUEÑA Y FRÁGIL

Poema de Olga Nora Mansilla dedicado a ELSA SÁNCHEZ de OESTERHELD, viuda de Héctor Germán Oesterheld, guionista de “El Eternauta”, desaparecido junto a sus cuatro hijas Diana, Beatriz, Estela y Marina por el Proceso genocida de 1976.


Pequeña y Frágil,
como un cristal tu cuerpo dolorido,
como el roble,
heroica humanidad inquebrantable.

Fueron cuatro pimpollos arrancados,
de cuatro inmaculadas primaveras.

Fueron cuatro semillas de tu vientre,
regalando aromas a los vientos.

El precio de los sueños fue tan alto,
que la nada era pequeña comparada.

Pequeña y Frágil,
mansa y bravía.

Tus ojos,
manantial seco,
cansado de la espera.

Tu voz,
un ruego perdido en el silencio.

No hubo huellas,
ni olor a cenizas entre las hojas.

Laberinto de pasos que borraron,
pero nunca en la memoria que arremete.

Volverán los jardines hechos flores,
raíces de un tiempo amanecido.

Y habrá escenarios de espíritus gimiendo,
atropellados en los hornos del infierno.

Sombras deformes,
desdibujadas bocas suplicando…

Pequeña y Frágil,
qué plumas de poetas te inspiraron,
que te hicieron de piedra y terciopelo.

Amanece,
es un día distinto sin olor a muerte.

Un aire renovado te acaricia,
y te besa el sol que te ilumina.

Mezclándose entre la gente,
vienen siluetas danzando.

Pañuelos blancos se agitan,
fuera de las cabezas,
y cuatro pimpollos se abren,
como madres parturientas.

Suenan violines y arpas,
enciende luces el cielo.

Pequeña y Frágil,
figura etérea,
Pequeña y Frágil de piedra y terciopelo,
ya descansas.